La vicepresidenta Victoria Villarruel participó del acto por el 43 aniversario del inicio de la guerra de Malvinas en la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Ushuaia, en una jornada que incluyó críticas a Javier Milei y a la gestión libertaria por parte de excombatientes y del gobernador Gustavo Melella (Unión por la Patria).
Como es habitual, el evento se desarrolló desde las 11 en el monumento que homenajea a los caídos en el Conflicto del Atlántico Sur y contó con la presencia, además de la vice y del jefe provincial, de numerosos funcionarios y legisladores de distintas escuderías, incluyendo al intendente local, el camporista Walter Vuoto.
Tras el izamiento de las banderas y la entonación del Himno nacional, el discurso de apertura estuvo a cargo del Presidente del Centro de exCombatientes de Ushuaia, Juan Carlos Parodi, quien destacó la presencia de la titular del Senado, ya que “no es habitual” la participación de autoridades nacionales.
En su alocución, Parodi disparó munición pesada contra el presidente Javier Milei, que realizó un acto propio en el Cenotafio de la Plaza San Martín, en Retiro. “Acabo de escuchar al Presidente decir que hay que escuchar a los habitantes de las Islas decir que quieren ser argentinos, algo parecido a la autodeterminación de los pueblos, cosa que no corresponde en este caso para nada, porque no es un pueblo originario para nada, todos los sabemos”,lanzó.
Previamente, había recordado que el año pasado Milei dijo “que ningún Gobierno ha hecho por lo que Malvinas lo que hizo en tres meses; puede ser, pero yo no he visto nada”. Luego, incluyó a Villarruel en su mensaje: “El año pasado nos ilusionamos con un estilo distinto, pero en poco tiempo se convirtió en un conventillo. Todos los presidentes, desde Alfonsín hasta la fecha, se pelearon con sus vices. Esta fórmula que parecía sólida, con objetivos claros, al poco tiempo se resquebrajó”.
En esa tesitura, fustigó la admiración del primer mandatario por Carlos Menem, impulsor de los Acuerdos de Madrid y pidió “revisar y corregir nuestra acción diplomática y política interna. “Está mas que demostrado la buena fe de Argentina en todos estos años tratando de recuperar por la vía pacífica para resolver este conflicto”, dijo, y cargó contra los acuerdos Foradori – Duncan y Mondino – Lammy.
Victoria Villarruel: reivindicación de la “gesta” y citas al Papa Francisco
Victoria Villarruel, en tanto, estuvo a cargo del cierre de los discursos. La vicepresidenta se apoyó sobre un texto propio, en el que planteó críticas al proceso “desmalvinizador” ocurrido luego de la guerra y reivindicó el rol de los hombres y mujeres que participaron del conflicto, así como también el papel de las Fuerzas Armadas. La dirigente evitó meterse en el barro político pero volvió a exhibir una postura autónoma a la de la Casa Rosada.
Consideró, además, que la de 1982 es “la mayor gesta militar de la historia Argentina”. “Un país débil enfrentando a uno de las mayores potencias nucleares de la tierra”, precisó.
En otro pasaje, la funcionaria citó la encíclica “Laudato Sí” del Papa Francisco para referirse al “daño ecológico” que las potencias causan en el Atlántico Sur. “Debemos implementar políticas hemisféricas que aseguren el cuidado de nuestra casa común, que es América, frente a la avidez de las potencias extracontinentales que saquean, degradan y agotan las riquezas de nuestro océano”, reclamó.
Acto seguido, volvió a recordar al Pontífice, al asegurar que “hay una guerra mundial en partes” y que “América es un continente de paz”: “No queremos que traigan sus guerras a nuestra región”. Por último, la titular del Senado convocó a todos los argentinos a emprender un “proceso de Malvinización, a conocer y a honrar a nuestras héroes, porque Malvinas nos une como Nación”.
Caba recordar que para Victoria Villarruel, la Causa Malvinas es una cuestión personal, ya que su padre, Eduardo Villarruel, combatió en el Conflicto del Atlántico Sur. En septiembre, su vínculo con Milei sumó un nuevo ruido, cuando la funcionaria se opuso al acuerdo alcanzado entre la por entonces canciller Diana Mondino y su par británico David Lammy.
Previamente, el gobernador Gustavo Melella había agradecido la presencia de la vice y pidió que ojalá que el año que viene también venga el Presidente. Luego, al igual que Parodi, se quejó por el discurso de Milei en el acto por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. “Hoy alguien dijo en Buenos Aires que soñaba que los habitantes ilegales e ilegítimos de las Islas quisieran ser argentinos. Yo no sueño eso: yo sueño con que se vayan de una vez, porque no son la población originaria. Fueron implantados”, disparó el patagónico.
Reclamo contra el radar británico en Tierra del Fuego
A su turno, el alcalde local, Walter Vuoto, comentó que en Ushuaia “a los únicos que admiramos son a nuestros héroes y no a Margaret Thatcher, que ordenó hundir nuestro crucero fuera del área de exclusión”, al tiempo que denunció que “Los piratas ingleses siguen avanzando sobre nuestros recursos”: “La única libertad es volver a pisar y recuperar nuestras Islas, nuestras tierras. La única libertad es dar de baja esas bochornosas leyes que ni siquiera pasaron por el Congreso”.
Posteriormente, se refirió a uno de los temas que causan ruido entre la gestión de Melella y los excombatientes: el radar inglés y norirlandés ubicado en Tolhuin, a 600 kilómetros de las Malvinas. “Debo pedir humildemente como intendente de Ushuaia que nos pongamos de acuerdo. No miremos para atrás ni echemos culpas. Para adelante digo: cerremos el radar y empecemos por casa. Saquemos el radar de los piratas ingleses de la provincia y empecemos por ahí”, dijo.