En la compleja tarea de reconstruir un delito cometido hace más de una década, cada detalle cuenta. Por eso esta semana el camionero Héctor Romero (71) será trasladado al punto exacto donde dijo que el 8 de julio de 2011 dejó a María Cash, la joven diseñadora que desapareció hace 13 años.
Romero es la última persona en haberla visto con vida y, por las inconsistencias en su declaración, quedó detenido la semana pasada. Para la Justicia tuvo una participación directa en lo que ya se investiga como un crimen: fue imputado por homicidio agravado y se le aplicó prisión preventiva.
Sin embargo, hay baches y puntos ciegos que los investigadores intentarán empezar a cubrir esta semana. Para eso, en las próximas horas el camionero será trasladado al punto cero de la desaparición de Cash.
El imputado dio durante el avance de la causa tres versiones distintas: una que dejó a la joven antes de llegar a la zona de la Difunta Correa, otra que ella bajó en esta localidad y la tercera que la alcanzó hasta la gomería Crespín, según detalla la agencia Noticias Argentinas.
Esta semana además llegará a la zona el equipo de búsqueda especializado, que llevará a cabo un rastrillaje en la ruta nacional 16 con el objetivo de encontrar elementos relevantes para la causa e incluso, los restos de la joven.
El fiscal Villalba había anticipado la semana pasada la realización de nuevos rastrillajes para intentar encontrar el cuerpo de María Cash. Plantea una hipótesis que establece que el camionero, en ese trayecto, “por circunstancias que no están claras” y “aprovechándose de su estado de vulnerabilidad”, la mató en un estado de indefensión y descartó el cuerpo.
Las ventanas de tiempo entre que Romero llegó al supermercado Miguelito en la localidad de Joaquín V. González a dejar la carga y la demora en regresar a Güemes suponen, para los investigadores, un punto clave para analizar lugares concretos donde podría haber descartado el cuerpo.
Para ellos, el conocimiento que Romero tiene de la zona le habría dado la posibilidad de esconder el cuerpo sin que hasta ahora lo pudieran encontrar, algo fundamental para lograr impunidad durante más de una década.