El festejo de cumpleaños 70 del general retirado y Jefe del Ejército Argentino entre 2013 y 2015, César Milani terminó en un escándalo. El polémico militar, con mucha visibilidad en el final del kirchnerismo, denunció que el ministro de Defensa, el radical Luis Petri, le prohíbe realizar los festejos en un salón del Ejército. En un largo descargo, acusó al funcionario de “caprichoso” y lo llamó “escenógrafo profesional”.
“La paupérrima gestión del Ministerio de Defensa, a cargo del escenógrafo profesional Luis Petri, que está sumiendo a los efectivos de las Fuerzas en una miseria pocas veces vista y a las unidades y sus materiales en un estado de abandono alarmante, se preocupa más por donde voy a festejar mi cumpleaños que por intentar que las fuerzas armadas no se caigan a pedazos”, lanzó Milani, con ironía, en la red social X.
“Así como se lee, Petri acaba de prohibirme utilizar un salón militar para tal fin, tradición que algunos militares aún conservamos para fechas importantes, también se ocupó de impedir mi participación en los actos del arma de ingenieros”, sostiene el ex Jefe del Ejército.
“Fuentes cercanas manifiestan que está enardecido por saber que un grupo cada vez más grande de militares defendemos los intereses nacionales, velamos por nuestra obra social, los sueldos de los camaradas, el equipamiento de nuestras Fuerzas y los recursos de la nación, y no nos envolvemos en la bandera de EEUU, Israel y otras potencias”, sostuvo Milani este viernes.
“El caprichoso ministro debiera entender que el Ejercito no es propiedad privada de él ni del Gobierno y que yo como ex jefe del Ejército puedo ingresar a una Unidad Militar para hacer uso de sus instalaciones habiendo previamente acordado con las autoridades correspondientes, o concurrir a una ceremonia interna del arma de Ingenieros cuando soy invitado en mi calidad de Teniente General Retirado”, remarcó Milani, que hasta enero era jefe de seguridad de la Casa de la Moneda.
Y lanzó una advertencia al ministro: “Petri, usted no es un emperador y las Fuerzas Armadas no son su juguete, mejor dedíquese a gestionar que bastante mal lo está haciendo y deje de ejecutar presiones y actos autoritarios desconsiderados y arbitrarios sobre los mandos de las Fuerzas Armadas para que restrinjan su libertad de expresión, efectuando persecución ideológica a los militares cuando son críticos a su inepta, ineficiente e irresponsable gestión”.