La Justicia confirmó las condenas a prisión perpetua para tres policías por el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado en noviembre de 2021. Además, la Cámara Nacional de Casación absolvió a otros dos condenados y ordenó su puesta en libertad.
Así lo determinó la Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional en un largo edicto que se publicó este martes, y que trata sobre un grave caso de violencia institucional ocurrido hace más de cuatro años, en el barrio porteño de Barracas: una brigada de agentes de la Policía de la Ciudad disparó reiteradas veces contra un auto en el que viajaba Lucas González, un joven futbolista de inferiores que resultó baleado en la cabeza.
Los tres jueces de Casación confirmaron algunas de las condenas y revocaron otras que habían recibido cinco de los agentes implicados.
Por un lado, confirmaron la prisión perpetua a los policías Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva, acusados y declarados culpables de homicidio quíntuplemente agravado (por uso de arma de fuego, alevosía, odio racial, premeditación y el abuso funcional como miembros de una fuerza de seguridad), por el caso de González, y de tentativa de homicidio, respecto de los amigos de González que viajaban con él dentro del auto. También fueron condenados por privación ilegítima de la libertad y por falsedad ideológica.
En los fundamentos, el tribunal adujo que los tres condenados a prisión perpetua dispararon contra el auto en que viajaba González sin haberse previamente identificado como policías, mientras que luego justificaron sus acciones mediante maniobras como haber plantado un arma de utilería en el auto de las víctimas. Las respectivas defensas de los acusados fueron desestimadas por la Sala III de Casación.
Por su parte, otros cuatro implicados en el intento de encubrimiento del crimen que fueron condenados en primera instancia también quedaron con sentencia confirmada por Casación. Se trata de Héctor Claudio Cuevas, Fabián Alberto Du Santos, Roberto Orlando Inca y Rodolfo Alejandro Ozán, agentes de la Policía de la Ciudad que fueron condenados a penas de entre cuatro y seis años de prisión por falsificación de pruebas, por haber intervenido en la escena del crimen para beneficiar a los agentes que atentaron contra la vida de González, por haber encubierto a esos agentes y también por privación ilegítima de la libertad de las otras víctimas (los amigos de González).
Otros dos agentes, en cambio, vieron este martes cómo Casación revocó sus condenas y ordenó su liberación. Son Sebastián Jorge Baidón y Juan Horacio Romero.
Baidón había recibido una condena de ocho años de cárcel por torturas psicológicas contra una de las víctimas que acompañaba a González. El tribunal comunicó que la validez del reconocimiento que hizo la víctima durante las pericias judiciales estuvo viciada por un contexto confuso, ya que le fueron presentados varios agentes en una sola ronda de reconocimiento.
Romero, en tanto, había sido condenado en primera instancia a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer como policía por 10 años, luego de haber sido acusado de encubrimiento agravado y por privación ilegítima de la libertad en ejercicio y abuso de sus funciones. Ahora, el tribunal formado por los jueces Gustavo Bruzzone, Alberto Huarte Petite y Pablo Jantus decidió que los fundamentos de la condena de primera instancia no describieron de forma clara ni debidamente sustentada las acciones que Romero habría, según la acusación, llevado a cabo.
Tanto a él como a Baidón se les dictó la liberación inmediata.