La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires decidió postergar hasta el lunes que viene el tratamiento de la ley que suspende por este año las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), tal como estaba previsto, y sólo desarrolló una sesión en homenaje al Papa Francisco.
El proyecto que debía tratarse, impulsado por el gobernador Axel Kicillof y que ya fue aprobado por el Senado la semana pasada, volvió a quedar envuelto en la interna del peronismo por las diferencias en torno al calendario electoral.
La iniciativa del mandatario bonaerense no sólo proponía eliminar las PASO en territorio bonaerense, sino también extender los plazos previstos por la Ley 5.109 para ordenar mejor la organización de los comicios, tras la decisión de desdoblarlos y convocarlos para el 7 de septiembre. Será la primera vez que la elección bonaerense se realice en una fecha distinta a la contienda nacional. Sin embargo, el Senado aprobó la ley, pero la mayoría kirchnerista y sectores de la oposición no quisieron votar las modificaciones al calendario electoral.
“Se acordó con todas las fuerzas políticas no mezclar el debate en torno a la pausa de las primarias con el homenaje al Santo Padre. Así, para no dilatar más el tema, el lunes 28 a las 14 se sesionará para tratar suspensión de las PASO”, explicaron fuentes de la Cámara baja y precisaron que “el proyecto que se va a votar es exactamente el mismo que vino del Senado”. Es decir, sin la modificación de los plazos.
Ayer, la Junta Electoral de la provincia volvió a marcar su preocupación por los plazos vigentes en la ley electoral bonaerense, redactada en 1946, cuando el padrón tenía 2 millones de electores y no los 15 millones actuales. En una nueva carta enviada este martes al presidente de la Cámara baja, Alexis Guerrera, el organismo advirtió que los plazos actuales son “materialmente imposibles” de cumplir.
“El artículo 61 de la ley establece que las listas deben presentarse 30 días antes de los comicios y las boletas, con apenas 20 días de antelación. Eso deja solo 10 días corridos para verificar si más de 10 mil candidatos cumplen con los requisitos legales, permitir correcciones y oficializar las nóminas”, señaló la Junta en el escrito firmado por el secretario de actuación, Daniel Demaría Massen.
Además, el texto alertó que ese exiguo margen de tiempo perjudica a todas las agrupaciones políticas, ya que dificulta la impresión y distribución de las boletas, el cotejo con las listas y la subsanación de errores antes de la oficialización. Por eso, la Junta volvió a sugerir que se modifiquen los plazos del artículo 61, y propuso llevar la presentación de listas a 50 días y la entrega de boletas a 30 días previos a la elección.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, también insistió esta semana en que el rechazo al pedido del Ejecutivo “entorpece” la organización del proceso electoral. “Lamentablemente, no se trataron los plazos, que era un pedido específico de la Junta Electoral. Es una ley del año ‘46, cuando había 2 millones de electores y hoy hay 15 millones”, remarcó.
Kicillof había planteado incluso un cronograma más amplio que el sugerido por la Junta, con 100 días de antelación para convocar a elecciones, 80 para el reconocimiento de alianzas, 70 para la presentación de listas y 50 para las boletas. Esa propuesta tampoco prosperó. Actualmente, la ley vigente fija 60 días para las alianzas, 30 para las listas y 20 para las boletas.
En ese sentido, las fuentes legislativas consultadas reconocen que “la prioridad es dar de baja las PASO, dar esa certeza, lo que no quita que después pueda tratarse otro proyecto para modificar el calendario electoral, conforme lo requiera la Junta o el gobernador” y aclaran: “Pero ello será parte de otra discusión y en acuerdo con las restantes fuerzas. Ahora, no debemos dilatar más esto”.